Todos ocultamos algo de las demás personas, cosas que nos avergüenzan, cosas que nos dan miedo, cosas que deseamos, cosas que odiamos, y así. Si o si, y yo no estoy exenta de aquello. Mi vida como se podría decir, ha sido casi tranquila, nunca conseguí sentirme como las demás personas, me sentía diferente de alguna forma. Dado mi aspecto, me he sentido menos que los demas, asi era hasta que conocí a mis primeras verdaderas amigas, Nao y Nina, ellas me ayudaron a aceptarme más y no sentirme tan acomplejada por mi aspecto.
Nao era una chica muy linda, por ello se podría entender el que fuese tan extrovertida y altiva. Al principio no nos llevábamos muy bien, eramos compañeras de clases en mi instituto de Hokkaido, por alguna razón del destino nos había tocado hacer de equipo para una clase junto con otra Nina, quien a su vez también era alguien muy linda pero de carácter serio y amable.
Hokkaido era muy diferente de Fuuka. Yo estaba acostumbrada a ver las zonas rurales/urbanas, los campos de verdes los cerros. Aquí en Hokkaido aunque habían zonas así, no se sentía igual. Había más avance en lo que respecta a infraestructura e historia, los edificios antiguos y nuevos, los templos, los campos de flores, sus ríos, todo era bello. Las personas aquí vivían a un ritmo más veloz.
En los tres años de instituto, logré relacionarme bien con mis compañeros, con Nina y Nao como mis compañeras y amigas, se podría decir que logré dejar atrás una pequeña parte de mi pasado.
Pero yo quería más, quería cumplir un deseo que había comenzado a desarrollar, no quería seguir dependiendo de otros, por ello al graduarme y conseguir una beca en la universidad de ciencias económicas en Tokio, no lo pensé mucho. Partí a la ciudad más importante de Japón.
Los primeros días viviendo sola no lo niego, fue una tortura. Me costaba mucho estar sin la compañía de mis padres y mis amigas, además de que me dificultaba el seguir el ritmo de las clases de mi carrera. Estaba sola en esta ciudad, sin amigos y sin familia. Estaba por rendirme y regresar a casa hasta que conocí a una senpai, Yukino.
Me la pasaba en la biblioteca realizando mis trabajos pendientes de clases, extrañamente me encontré con un trabajo que me costaba bastante entender. Mi rostro debió de demostrar mi frustración, ya que una chica, pequeña, con anteojos, cabello castaño corto y con pecas se había acercado a mi y se había detenido enfrente de mi meza.
-"Hola... Disculpa por interrumpir... Pero para que puedas entender ese trabajo, deberías leer este libro, este y este"-Dijo mientras depositaba tres enormes libros sobre la meza, luego me sonrío avergonzada y se marcho. Yo me había quedado sorprendida y no reaccione hasta que estaba de nuevo sola, observe los libros que había dejado en la meza y por curiosidad los había empezado a leer, me quedé asombrada, los libros que me había facilitado esa pequeña chica eran en verdad fáciles de entender y explicaban todo lo que antes se me hacía tan confuso. Esa fué la primera vez que Yukino me ayudo con mis trabajos en la universidad.
Al día siguiente había vuelto a la biblioteca, esperaba volver encontrarme con la pequeña chica para agradecerle el haberme ayudado, gracias a ella pude entregar el trabajo a tiempo y de buena manera.
La volví a encontrar, ella estaba sentada en una meza en un rincón que daba en una ventana. Me acerque feliz a donde estaba ella, al parecer se encontraba sumamente concentrada en un libro que leía que no noto mi presencia hasta que le hable.
-"Hola!"-Con aquello la pequeña chica dió un pequeño salto que desacomodo sus anteojos-"Eh...Perdona, no quería asustarte... jhe je"-me rasque la mejilla-"Soy Kuga Natsuki un gusto conocerte"-hice una pequeña inclinación-"Ayer me ayudaste bastante con mi trabajo pendiente, quería agradecerte por eso".-dije mientras le ofrecía una lata de jugo.
-"Ah... Hola, Soy Kikukawa Yukino, el gusto es mio"-se levanto para saludar acomodando sus anteojos y aceptando el jugo que le daba-"No te preocupes, entiendo por lo que pasas, el sensei Fuyumi suele hacerle esos trabajos super dificiles, son trampas para hacer que los nuevos estudiantes de primer año renuncien si es que no tienen la "capacidad" que el dice, yo también pase por ello"-Me dijo con una sonrisa amable.-"Al pasar a tu lado note que estabas en problemas y parecías querer dejarlo todo y abandonar, por ello decidí ayudarte".
-"En serio?"-Eso me había sorprendido, el que ella me haya dicho que paso por aquello debía de significar que estábamos en la misma carrera y que ella era mi senpai-"Vaya en verdad me salvaste ayer y tenías razón, ¿cómo supiste que planeaba abandonar?".
-"El año pasado, muchos de mis compañeros decidieron abandonar la carrera al no poder seguir el ritmo de las clases, tu ya deberías de haberlo notado también, apuesto a que en tu clase muchos alumnos dejaron de venir, verdad?"-Aquello me sorprendió, pues era verdad, en menos de un mes ya se había reducido el número de estudiantes en mi clase.-"Es lo que hacen los profesores para probarles, 'un filtro', uno donde solo se quedaran los que de verdad valgan la pena".-Respondió al ver mi asombro.
-"Es por eso que han sido muy estrictos, entonces? A mi me estaba costando bastante seguirles el ritmo a los trabajos, más o los de Fuyumi-sensei"-Me acaricie el cuello-"Creo que sin tu ayuda yo me hubiese vuelto parte de los alumnos que abandonaron, gracias Kikukawa-san"-Hice otra pequeña reverencia.
-"No hay por que, no me costaba nada. Puedes llamarme solo Yukino, que me llamen por mi apellido es como si le hablasen a mi padre... Bueno solo si gustas hacerlo Kuga-san"-De repente se sintió algo avergonzada.
-"Claro, también puedes llamarme Natsuki, es agradable hablar contigo"-le sonreí y era verdad, Yukino era amable y agradable, quería hacerla mi amiga y así lo hice, siempre nos encontrábamos en la biblioteca y ella me ayudaba a seguir con mi carrera, me explicaba el como hacer para no saturarme de trabajos, a que darle prioridad y que enfocarme más, hablamos de su familia que vivían en Okinawa y de sus dos mejores amigas, que estaban en otras carreras, yo le hablaba de mi familia y de mis amigas, le hablaba de cosas que me molestaban y cosas así sin sentido, ella y yo eramos parecidas en los gustos al leer, a ambas nos gustaban las narraciones policíacas, históricas, de misterio y terror. Cuando le hable de que mi padre era un famoso escritor de libros de terror y misterio ella se puso muy platicadora y emocionada, al parecer ella era una fan de mi padre. Cuando le hable a mi padre sobre que una amiga mía era fan de él, el se emociono bastante y me envió una copia de cada uno de sus libros autografiados y con dedicatorias para que se los diera a Yukino en su cumpleaños, Yukino lloró de la emoción ese día. Fue bastante divertido verla llorar de alegría.
El día de su cumpleaños conocí a sus dos amigas, Youko y Mai, las dos eran increíbles. Youko era bastante extrovertida no le costo mucho el acercarse a mi e interrogarme sobre todo y nada, Mientras que Mai era alguien platicadora pero que respetaba más mi espacio personal.
-"No hagas caso a Youko Natsuki, ella es así aveces"Me habló Mai cuando las tres nos sentamos en una meza de su local, lugar donde me había llevado Yukino para conocerlas y celebrar su cumpleaños-"Soy Tokiha Mai, carrera en Gastronomía Nacional e Internacional 3° año, un placer conocer a la kouhai de nuestra Yukino"se presentó amablemente, estrechando mi mano, yo le devolví el saludo de igual manera, esa noche me volví amiga de ellas dos también, desde aquella vez hasta ahora un año y medio han pasado, siempre nos reunimos cada que podíamos.
Al comienzo de mi segundo año conocí a un chico, era muy apuesto. Masashi Takeda, él era un estudiante de la carrera de Medicina, por alguna razón el siempre se acercaba a donde yo estaba para platicar conmigo, era amable y caballeroso, me hacía sentir rara su presencia a mi alrededor, no comprendía las intenciones de Masashi-san, hasta que después de unos días me pidió salir.
Fué la primera vez que alguién se me declaraba así, por alguna razón aquello no me causo tanta emoción, pero igual acepte su petición, empezamos a salir como novios, al contarle de Masashi-san a mis amigas todas se sorprendieron, a mi también me sorprendía y no sabia que hacer... ¿Qué hacia una con un novio? ¿Qué comían? ¿Cada cuando una tiene que sacarlos a pasear? Esa y más preguntas rondaban por mi mente, Masashi era siempre amable conmigo, siempre intentaba tomar mi mano cuando caminábamos juntos, algo que siempre me hacia sentir incomoda, la primera vez que nos besamos fue en la quinta cita que tuvimos, el beso fue lindo y casto, ambos nos habíamos sonrojado en demasía.
Después de aquel beso pudimos ir rompiendo el hielo entre ambos, Masashi tomo más valor y era más cariñoso conmigo, me besaba cada que podía, no le importo que estuviéramos en público, a mi en cambio eso me hacia sentir más incomoda, ya que sentía que las personas al mirarnos empezaban a murmurar, algunas chicas parecían burlarse.
Habíamos cumplido tres meses y Masashi me había empezado a inquirir más afecto, quería que tuviéramos el salto más importante en los noviazgos, las relaciones sexuales, yo le decía que no estaba preparada para eso, que yo aún no había tenido mi primera vez, él decía entender y que me esperaría, o así era, hasta que otro mes venía y yo seguía rechazando aquello, Masashi se volvió más frió conmigo, algo que me preocupo un poco, así que fui a buscarlo un día a la facultad donde estudiaba el cual estaba en otro edificio, cuando me acercaba a su salón de clases escuche voces, suyas y la de otros dos chicos.
-"Te digo que no le gustas, es por ello que no quiere hacerlo contigo Takeda, igual y no entiendo que es lo que te gusta de esa chica fea, siendo que hay tantas preciosuras en el salón que quieren hacerlo contigo y tu vas a por la mas escuálida"-Hablaba un chico rubio.-"Mejor déjala y ve a por Nanami-chan, ella tiene unas tetas preciosas, ya la has visto?-hablaba mientras gesticulaba con sus manos.
-"Ustedes dos no lo entienden, y no vuelvas a decirle fea a mi novia imbécil, Natsuki es especial, tiene que ser con ella, se que debo esperarla y todo pero me cuesta tanto, si ella me pide más tiempo yo se lo daré aunque tenga que alejarme un poco de ella."-Oír aquello de Masashi hizo que me sintiera culpable, no sabia que le costase tanto el aguantarse y el escucharlo defenderme me pareció bastante lindo de su parte-"Tal vez ustedes tengan razón en algo, quizás ella aún no me quiere tanto como yo a ella, pero haré lo que pueda por hacer que lo haga".
-"Creo que estas perdiendo el tiempo"-Hablo el otro chico, un pelinegro de ojos marrones.-"Ella... tiene amigas a las que... ya sabes, puede que tu Natsuki sea igual que ellas"-Hablo de manera rara que no pude entender bien.
-"Natsuki no es así! Ella es normal y se los voy a demostrar"-Casi grito enojado Masashi-"Nos vemos luego, me largo"-Al escuchar sus pasos acercándose a la puerta corrí directa hacia la salida, no quería que él me encontrase ahí escuchando su platica.
Esa misma noche, yo me arme de valor. Llame a Masashi-san, fuimos a cenar juntos y luego fuimos a otro lado a un bar para tomar algo, Masashi seguía estando algo frió pero caballeroso conmigo, a medida que pasaban las horas yo empezaba a sentirme más y más nerviosa, tanto que para intentar calmarme me había puesto a tomar de más y a casi embriagarme. Masashi al notar aquello decidió que eso era todo por esa noche, me llevó a mi apartamento.
Ya con el alcohol subido a mi cabeza me arme de valor y cuando el me estaba ayudando a abrir la puerta de mi apartamento, lo besé torpemente, el se sorprendió pero correspondió a mi beso, entramos a mi apartamento así, seguimos besándonos hasta que el aliento nos faltaba, Masashi estaba respirando fuertemente y yo estaba temblando.
-"Na-Natsuki...?"-Masashi se sonrojo de sobre manera, él no entendía bien lo que acababa de pasar, nunca había sido yo la que iniciaba los besos entre ambos.-"T-Te sientes...bien? Es por culpa del alcohol? Seguro que si...-murmuraba para sí mismo.
-"V-Vamos a hacerlo... Estoy lista-hable mientras desabotonaba mi camisa verde agua temblando-"Te he hecho esperar a causa de mi egoísmo... Sé que eres un hombre y que a los hombres les cuesta esperar..."-Hablaba mientras me quitaba la camisa totalmente y quedaba en ropa interior, Masashi-san sonrió alegre, se acerco a mi raudo para besarme.
-"Estas segura Natsuki?"-Volvió a preguntar para asegurarse y la verdad yo no estaba segura de nada, solo quería que el fuera feliz.
-"S-Si... Claro que si"-Respondí en un susurro-"Pe-Pero primero quiero tomar una ducha... huelo m-mal..."
-"Está bien"-Masashi estaba muy feliz y sonrojado.-"Yo también tomaré una luego de que termines"
Asentí y me apuré a buscar una toalla, fui a tomar una ducha, eran comienzos de junio y todo el día hizo un calor inmenso, al menos si iba a tener mi primera vez quería estar limpia para ello, al rato ya salí limpia y el entro a ducharse no sin antes darme un beso y decir que me quería mucho, mientras el se bañaba yo me sentía más nerviosa, recordé que Youko me había regalado una botella de vodka cuando vino a visitarme a mi apartamento, recordé que lo había guardado y fui a buscarlo, lo encontré en una alacena, lo llene en un vaso y me lo tome, sentí quemazón en la garganta y ese cosquilleo en el estomago, de repente ya me sentía más relajada, tome otro poco y otro y otro luego la guarde y espere a que Masashi saliera.
Estaba algo mareada, pero no demasiado, fui a sentarme en mi cama cuando escuche que el ruido de la ducha se detenía, observe que Masashi salia solo con una toalla tapando su parte baja, el era muy apuesto y su cuerpo estaba tan bien formado, me pregunte por qué alguien como él se había fijado en alguien como, y mis inseguridades volvieron a atacarme.
Todo paso lento y rápido a la vez, sentía sus caricias y sus esmeros por hacerme sentir bien, yo con el alcohol en mi cabeza sentía todo raro. Poco o casi nada recuerdo de lo que paso después.
Al día siguiente me dolía como nunca la cabeza, me encontré desnuda y sola en mi cama, me sobresalte por un rato luego recordé que yo le había pedido a Masashi que lo hiciéramos, apreté mi cabeza intentando recordar que paso, pero todo lo recordaba borroso y por más que intentara lo único que lograba era un dolor de cabeza más fuerte. Intente llamar a Masashi, pero no contestaba ni mis mensajes.
No sentía nada diferente en mi, pensaba que al tener mi primera vez algo iba a cambiar pero nada de eso paso, me sentía igual excepto por el dolor de cabeza. Tome unas aspirinas y prepare mi y disfrute mi desayuno, luego fui a buscar un pequeño frasco, era mi medicina "vitaminas" que tomaba a diario desde que tengo memoria.
Ese fin de semana no supe nada de Masashi, el lunes fui a buscarlo a su apartamento y no lo encontré, esperaba en frente de su apartamento por si volvía más tarde, estuve como dos horas hasta que vi llegar a un amigo de Masashi uno que había visto hablando con él un par de veces.
-"Hola, ¿Que tal?..."-Me saludo y se presento, justo cuando iba a saludarlo él me hablo otra vez- "¿Qué haces frente a mi apartamento? Necesitas algo de mi?"-Su apartamento? eso si que me confundió, yo tenia entendido que el apartamento era de Masashi.
-"Hola... Soy Natsuki, la novia de Masashi, ¿Este no es el apartamento de Masashi Takeda?-El me miró extrañado.
-"Un gusto soy Mirai Ryu y no... Yo no se donde vive Masashi, pero por lo que yo había escuchado, Masashi ya se marcho ayer por la beca de medica que le habían otorgado en el extranjero... Él no te hablo de eso?-Me preguntó más extrañado aún y viendo mi cara de incredulidad me siguió contando- Mira, por lo que escuche de mis maestros, Takeda ganó una beca médica de un año al extranjero y por lo que escuche el tenia que marcharse ayer...
-"Es en serio? Masashi nunca me dijo nada de eso..."-Tenía una extraña sensación dentro de mi-"Estas seguro de que el se marcho?"-volví a preguntar aun no creyéndolo totalmente.
-"Espera"-Dijo Mirai-san mientras sacaba su celular y me mostraba unos mensajes de Masashi que envió a un grupo de whatsapp de su clase, avisando que volvería a verlos luego de un año cuando regresara, en ese momento me quede en blanco, Masashi se había ido y no me lo había dicho, aquello me dolió mucho, yo no le quería tanto como para decir que estaba enamorada de él, pero lo apreciaba como si fuéramos buenos amigos, el que se haya marchado así, lo sentí casi como un traición, y dolió.
-"A donde fue?-Pregunte a Mirai-san.
-"Creo que se fue a Tailandia"-Dijo el un tanto apenado e impaciente, el no quería ser quien me dijera todo eso, lo sentía incomodo ante mi presencia.
-"Gra-Gracias por tomarse su tiempo en hablarme..."-Hice una pequeña reverencia y me marche a casa, quería llorar, pero tenia que aguantarme al menos hasta que llegar a mi apartamento.
Por dos días no fui a clases, mis amigas se habían preocupado y habían venido a verme, me encontraron hecha un desastre, les conté todo lo que había pasado y ellas me intentaron consolar.
El dolor por la partida de Masashi me duro casi un mes. Luego con el apoyo de Yukino, Youko y Mai pude volver a mis rutinas díarias normales por así decir.
De aquel suceso ya habían pasado casi tres meses y no he sabido nada más de Masashi Takeda.
Ahora estaba terminando mi tercer y último periodo de clases, era lunes a las 10:12am y estaba hambrienta, fui a comprar algo de la cafetería y aproveche para enviarle un mensaje a Mai y Yukino, para avisarles que ya había terminado mi último examen, hoy era el ultimo día del trimestre, desde mañana tendríamos dos semanitas de vacaciones para aprovechar, luego de enviar el mensaje, me fije que tenia un nuevo mensaje pendiente de mi madre, lo leí y luego de un rato maldije en silencio, había vuelto a olvidar que mañana era el cumpleaños de mi padre... Mi madre preguntaba si iba a poder volver a casa, recordé que Yukino nos había dicho que este viernes tendríamos que reunirnos en el local de Mai para conocer a su misteriosa prometida.
Todo se me junto en la cabeza y no supe por un rato que hacer, yo siempre iba a Hokkaido a pasar unos días cuando tocaba algún acontecimiento especial o cumpleaños de mis padres y esta no sería la excepción. Compre un sándwich de verduras y una botella de agua, lo comí y bebí rápidamente, tenía que apurarme. Planee todo lo que tenia que hacer en mi cabeza.
Camine unos 15 minutos hasta llegar a la tienda en la que trabajaba de medio tiempo, me adentre saludando a los empleados y preguntando a uno si la Directora de sección se encontraba en estos momentos, lo cual para mi fortuna así era. Agradecí y luego fui hacia la oficina de la Directora, di unos toques a su puerta y luego de recibir el permiso me adentre.
Salude a la mujer, quien ya era una señora de mas de 45 años más o menos, su nombre era Sakamoto Marie, ella era una jefa exigente pero cordial, siempre nos trataba bien y era buena con todos, era siempre muy capaz, solía resolver los problemas que algunos empleados causamos...
Sakamoto-san era madre de cuatro hijos, por ello creo que sabia como tratar con los jóvenes, siempre tenía esa aura de madre para con nosotros a su alrededor.
-Buenos días Sakamoto-san-Salude lo mas educadamente con una leve inclinación de respeto, yo admiraba a Sakamoto-san, siempre era responsable y confiable y en esta ocasión esperaba en verdad que pudiera ayudarme.
-Uhm?, pero mira quien vino a visitarme, Buenos días Kuga-san, ¿Hay algo que necesites?-Habló mientras se quitaba los anteojos y dejaba en la mesa unos documentos que seguramente estaba leyendo.-Aún es muy temprano para que comience tu turno, debe ser algo importante...-Siempre sabia más o menos como eran las cosas antes de que pasará, supongo que es por su experiencia trabajando.
-He...Si... Es algo importante para mi Sakamoto-san... Yo tengo que pedirle un favor, necesito que me otorgue tres días libres, comenzando mañana... Tengo que viajar y no podré venir al trabajo.-Agache la mirada y acariciaba mi cuello avergonzada.
-Ocurrió algo malo?-Preguntó algo extrañada.
-No es... Algo malo, más bien es algo... Familiar, vera usted... Es que mañana es el cumpleaños de mi padre y yo le había prometido a mi familia que siempre estaría en casa en esas fechas especiales, lamento no haberle informado de esto de antemano pero de alguna manera se me había pasado por completo, disculpe por ello, se que estoy siendo una irresponsable con usted y mis compañeros de trabajo...
-Entiendo y esta bien. No debes de preocuparte, te otorgaré esos días libres-me dijo sonriéndome- Tienes suerte pequeña, si hubieses llegado unas horas mas tarde ya no me habrías encontrado.
-Y eso?-pregunte extrañada, según yo entendía Sakamoto-san se quedaba hasta las 18:00 hs.
-Hoy es mi último día trabajando oficialmente aquí, ya sabes, con los cambios en la directiva y esas cosas, habrá varios cambios, yo seré trasferida a otra sucursal... No recuerdas? Se hablo de ello desde el mes pasado Kuga-san-Escuchar aquello me sorprendió, si, ya sabía que Sakamoto-san iba a ser transferida pero pensé que aun faltaba una o dos semanas para ello.
Esta tienda en la que trabajo es solo una pequeña sucursal comparada con la central que se encontraba en Kyoto, pero el cual se esta mudando a esta ciudad en estos momentos, hace unos meses cambiamos de dueño, toda la empresa fue adquirida por una nueva empresaria que vino desde América. Está empresa "Honney" ha estado activa en Japón durante mas de medio siglo, con rubros en la parte comercial y servicios, venta de muebles, alimentos, tecnologías, etc. Con los años esta empresa se ha dedicado a más cosas, con la intención de crecer y ser reconocida, pero a causa de su administración inflexible y su marketing obsoleto no ha podido lograrlo. Según entendía la empresa estaba pasando por momentos difíciles, así ha estado desde hace unos años y por lo que veo, el dueño o el anterior presidente se canso de no lograr resultados, vendió todo a una empresaria recién llegada. A muchos nos sorprendió la noticia, pero nos habían tranquilizado con que nadie iba a ser despedido, pero que iban a haber cambios y uno de ellos era la transferencia de Sakamoto-san.
-Quien ocupará su lugar Sakamoto-san?-Pregunte angustiada ya había olvidado que Sakamoto se marchaba, últimamente muchas cosas se me olvidaban.
-El puesto le será delegado a Mizuki-san, ella sera la nueva jefa de personal de este lugar.-Mizuki Hanamiya era una de sus asistentes personales de Sakamoto-san, era alguien muy eficiente, pero por alguna razón nunca me he logrado llevar bien con ella, ya que siempre me miraba con algún tipo de desdén y menosprecio, desde el primer día en el que accidentalmente choque con ella y derrame mi café en sus zapatos, por suerte el café ya estaba tibio.
-E-Entiendo...-sonreí nerviosa.
-Fufu, sabes? Cuando dije que habrían cambios, hablaba enserio Kuga-san y a lo que me refiero es que posiblemente tu también seas transferida o ascendida. La nueva dueña está queriendo reorganizar todo para profundizar en el mercado, por ello en una de las reuniones que mantuve con la junta directiva te recomendé para uno de los puestos importante que estaban requiriendo, espero no me decepciones Kuga-san-Ante aquello quede muda, no entendi nada-Ten, coge esta carpeta, este sábado te conseguí una entrevista con la Gerente de Recursos Humanos de la nueva casa central-cogí la carpeta entre mis manos y observe que dentro de el estaba unos documentos con los detalles, la dirección y la hora que debía estar ahí.
-¿Por que usted hace esto por mi?-Pregunte extrañada.
-Porque eres inteligente, se me hace tan extraño ver a alguien con tu capacidad trabajando en esta sección como una simple cajera. Confió que seras muy capaz y responsable, el puesto que podrías ganar en la empresa es muy importante, si te aceptan estoy segura de que este negocio avanzará mas rápido con tu colaboración, creeme yo nunca me equivoco sobre estas cosas.-Dijo mientras se levantaba y recogía sus cosas.-Puedes ir tomarte esos tres días pero el viernes tendrás que estar aquí devuelta, te toca ayudar a los demás con el inventario, ya sabes lo exhaustivo que suele ser.-Se puso de nuevo sus anteojos y me acompaño hasta la puerta-Si consigues el puesto espero podamos volver a vernos Natsuki-chan-Era la primera vez que me llamaba por mi nombre.-Me recuerdas tanto a mi hija menor...-diciendo aquello en un susurro se marcho.
Yo me quede afuera de su oficina, agradecía bastante que Sakamoto-san me tuviese en ese concepto pero no sabia si podria lograr llenar sus espectativas, observe la hora en mi reloj eran casi las 12 pm.
Ahora con los dias libres obtenidos estaba más tranquila, a las 4:30 pm partirá un tren que me llevaría a Hokkaido directamente y para las seis y algo más ya estaría en casa de mis padres. Fui a mi apartamento, aliste una pequeña maleta con mi ropa de cambio para esos tres días, mis cosas de aseo personal y unos frascos de vitaminas, me asee, luego de alistarme cargue mi bolso y de camino al trabajo marque el numero de Yukino.
-Hola, Yukino?
-Hola, si soy yo.
-Soy Natsuki, ¿Qué estas haciendo?-pregunte más para hacer platica.
-Estoy por defender mi tesis... -Qué!? Oh dios, olvide que Yukino hoy tenia su defensa de tesis...
-O-Oh... Estas nerviosa?
-Un poco... Pero estaré bien, no te preocupes ¿Que haces tu, mi pequeña madrina de bodas?
-Ehm... Jeje... Estoy yendo a trabajar ahora mismo... Te llamaba para decirte que hoy me marcho a casa de mis padres... volveré dentro de tres días...
-Ah... No vas a poder estar para este viernes?-Preguntó preocupada.
-No, voy a estar aquí, si o si, no te preocupes Yukino. En verdad estoy muy curiosa por conocer a tu misteriosa prometida, no me perdería eso por nada del mundo!-Exclame un tanto dramática y era verdad.
-Me alegra escuchar eso entonces- escuche que reía- Espera... volviste a olvidar el cumpleaños de tu padre...?-escuche que se reía más despacio.
-O-Oi! no lo olvide... solo... ehm... si, lo hice.-Admiti sonrojada.-Bueno, te deseo suerte en tu defensa espero todo salga perfecto y avisale a las chicas por favor.
-Claro, gracias. Me has ayudado a relajarme un poco, suerte en tu trabajo y claro yo le aviso a las chicas, nos vemos el viernes.-Nos despedimos y yo apure mi paso para llegar a mi trabajo.
Al llegar encontre a Yuuichi-san y a Mikoto platicando alegremente sobre algo.
-Hola chicos, como estan?-pregunte mientras dejaba mi bolso en el estante de pertenencias de los empleados.
-Hey! Hola Kuga, todo bien. Acá estaba diciendole a Mikoto sobre la transferencia de Sakamoto-san, como ella es nueva aún no estaba muy enterada de las cosas por aquí, ya sabes.
-Ah, si... Hablando de Sakamoto-san, esta mañana vine a hablar con ella, suerte que aún estaba por aquí, al parecer hoy es su último día oficialmente.-Mikoto me miro extrañada, hasta ella ya sabia que yo no tomaba la iniciativa a la hora de platicar con alguien menos con una superior.
-Ne..Nee Natsuki, también seras transferida?-Preguntó con curiosidad- Tate me dijo que los mejores empleados estaban siendo transferidos hacia otras sucursales, eso significa que también te vas?-preguntó extrañada, lo cual me causo ternura.
-No, eso no puede ser-Hablo Yuuichi- Kuga lleva poco tiempo trabajando aquí también, así que no creo que eso pase-Habló Yuuichi sacudiendo el cabello a Mikoto.
-En realidad, puede ser que me transfieran a otro departamento, depende de como me vaya a ir en una entrevista este sábado... Jeje- Yuuichi me miró asombrado.
-Heee! No quiero que Natsuki se vaya, Natsuki es muy buena aquí, por que tienes que irte? No te gusta estar con nosotros?-Preguntó decepcionada-Ademas me gusta el olor de Natsuki...
-No es así, es algo que la Jefa sugirió y me recomendó para cierto puesto, claro que me gusta estar con ustedes... Y qué es eso de que mi olor te gusta jaja- eso me hizo reir
-Bueno, enhorabuena entonces Kuga, me alegra saber que al fin descubren tu potencial, a todos nos parecía raro que no pudieses encontrar un empleo mejor. Y como dice Mikoto, extrañaremos tu olor por aquí jaja.
Aquello solo me hizo sonrojar, ¿acaso huelo mal? Pero si me baño siempre antes de venir a trabajar... Levante mis brazos y me puse a olisquear mis axilas y no, no olia nada mal, al hacer aquello ambos comenzaron a reír.
-No apestas si es lo que estas pensando, estamos hablando de tu perfume, ese que siempre usas, ya es algo caracteristico de ti Kuga, siempre sabemos que estas cerca cuando lo olemos.
-En serio? Pero si yo no uso perfumes ni nada de eso- Mire extrañada a ambos.
-Eso es mentira, podemos olerlo...-Mikoto y Yuuichi empezaron a olisquearme eso me hizo sentir incomoda.
-Oi! No hagan eso, ya parecen perros...-Me aparte un poco de ambos.-Ya les digo que... Aguarden.-de repente recuerde algo.
-He? Así que si usas algo, verdad?- Yuuichi sonrió de medio lado.
-No... Bueno, es algo complicado de decir... Paso cuando tenía 4 años, yo no logro recordarlo en lo absoluto. Pero según mi madre, cuando era pequeña ella solía llevarme a su trabajo, ya que mi padre estaba ocupado viajando y no tenia con quien dejarme, en aquel tiempo ella estaba trabajando en una formula importante, donde extraía el veneno de una planta exótica e investigaban si este podría combatir ciertos bacterias que causaban enfermedades mortales para el ser humano.
En un descuido de uno de mis cuidadores, yo me había puesto a jugar con unos instrumentos que me encontraba por ahí, hasta que encontré un frasco, según entiendo lo confundí con mi jugo y termine bebiendomelo todo, después de hacerlo había empezado a llorar y mi madre vino corriendo a auxiliarme, vio que me había tomado el veneno de esa planta mezclada con alguna que otras cosas lo cual había disminuido sus efectos. Raudamente habían intervenido, sobreviví apenas, desde esa vez no he podido desarrollarme muy bien como ya ven, ese veneno sigue dentro de mi, aunque ahora ya no es mortal, si tomo unas vitaminas, igual sigue haciendo estragos en mi. Por más que coma ni aunque quisiera no podría engordar, ya que aquel veneno actúa como un neutralizador que quema mis calorías y lo que ustedes huelen es al veneno en mi transpiración natural, osea mi sudor.
-Estas bromeando? verdad?-preguntó Yuuichi con cara graciosa
-Jaja no, no bromeo es la verdad. yo ya estoy tan acostumbrada a mi olor, que ya ni lo noto más.
-Es por eso que luces tan pálida y flaca?-Preguntó Mikoto asombrada
-Bueno, si. Es algo que no se puede evitar, ya he intentado siguiendo tratamientos y demas cosas, pero como ves, no funciona nada. Ennnn fin... Lo que les queria decir ademas era que voy a tomarme tres días libres, volvere el viernes para ayudarles con el inventario, seria mi ultimo día con ustedes aqui si es que paso la entrevista...
-Oh... Vaya, que cosas te pasan Kuga, bueno y por que te tomas tres días libres, nadie nos dijo nada de eso...
-Es que tengo que viajar a casa de mis padres, ya saben un dia especial, mañana es el cumpleaños de mi padre, le he prometido que siempre lo pasariamos juntos.
-Oh entendido, me alegra saber que todo esta bien para ti, espero que te vaya bien en la entrevista-Me sonrio Yuuichi, luego observo su reloj-Ah... Lo siento chicas, ya tengo que ir a depósito esta tarde tiene que llegar el cargamento tecnologico, voy a supervisar todo, nos vemos al rato- dijo mientras acomodaba su gorra y tomaba una libreta mientras se marchaba en dirección al depósito.
-Natsuki, si pasas la entrevista te iras lejos?-Preguntó Mikoto.
-Si paso la entrevista no me ire lejos, segun entiendo la nueva directiva esta mudando la casa central aquí en Tokio, eso significa que no seré transferida lejos.-Al oir aquello Mikoto volvio a sonreir.-Además no tienes por que preocuparte, ya te he enseñado todo lo que tenias que saber aquí, aun si yo no estoy aqui estara Yuuichi para ayudarte si sigues sin entender algo.
-Lo se, es solo que Natsuki me ayudo bastante con este trabajo, sin la ayuda de Natsuki creo que ya me hubiesen despedido desde el primer día jeje-hablo riendo-Gracias Natsuki.
-No es por nada pequeña, bien. Tenemos que ponernos a trabajar, ya sabes que ya no estara Sakamoto-san para sacarnos de apuros, mejor vamos a ver que hacen los demas.
-Sip!-Respondio mientras corria en dirección a donde se encontraban los demas empleados y yo solo sonreia, Mikoto era realmente alegre y confiable.
Ese día el trabajo no hubo nada fuera de lo normal, aunque la clientela había disminuido un poco, no era muy notable. Al terminar mi turno, me depedi de todos y me marche a mi apartamento apurada, observe que faltaban 20 minutos para que llegara el tren, asi que tome mi pequeña maleta ya hecha y me marche hacia la estación de Shibuya.
Eran las 6:20pm estaba en frente de casa de mis padres, planeaba sorprenderles con mi visita. Sonrei ante la idea de ver la cara de mi padre, toque el timbre de la entrada y aguarde, escuche los pasos de alguien acercándose hacia la puerta y abrirla.
-Helloooo baby~ -y esta quien alienígenas es? La que había abierto la puerta era una alta mujer pelirroja vestida con ropas cómodas.
-Quien es usted!?-Pregunté exaltada
-Oh si, soy Sugiura Midori y tu?-Dijo mientras miraba su celular.
-Kuga... Natsuki, que hace usted en la casa de mis padres?
-Huh!? Eres Natsuki? No te pareces mucho a tu madre...-No tienes porque decirme... Ya lo sé. -Hey shishooo! Acá esta tu retoño adorado!-Grito anunciando mi llegada e invitándome a pasar adentro.
-Natsuki? Oh cariño me alegra que hayas podido venir! Por qué no avisaste que ibas a llegar? pude haber ido a recogerte de la estación!-Hablo mi madre mientras me abrazaba y me daba besos-Cómo has estado? estas comiendo bien?-Preguntó mientras acariciaba mi rostro.
-Hola mamá, te he extrañado mucho-dije mientras le sonreía - y si estoy comiendo bien...
-Jaja no se nota.-Hablo la tal Sugiura que callo al ver la mirada helada que le dirigía mi madre-Ejem... iré a preparar algo de té...-Dijo mientras se dirigia a la cocina.
-Disculpala cariño, es mi nueva asistente.-Dijo mientras me invitaba a sentar-Tu padre está por llegar, dijo que vendría cerca de las siete y algo. Se sorprendera bastante al verte ahora, como no respondiste mi mensaje pensé que estarías muy ocupada y no podrías llegar para mañana.
-Ah? Donde esta papá?-pregunte extrañada
-Fué a despedirse de su editor, lo acompaño hasta la estación, al parecer estan planeando publicar su nuevo libro y hoy llegaron a los ultimos acuerdos, tu padre estaba feliz.-Hablo mientras Sugiura-san depositaba las tasas de te en la mesa del living.
-Shisho... La esta llamando un tal Makunouchi Sasori, dijo que necesita urgentemente hablar con usted, lo deje esperando en el teléfono de la cocina-Dijo mientras apuntaba con su dedo despreocupada hacia la cocina.
-Ah... Disculpa Natsuki iré a tomar esa llamada, en un rato vengo-dijo mientras se levantaba y se marchaba hacia la cocina-Ah, Midori... No molestes a mi Natsuki-Soltó con una mirada de "Te conozco y se de lo que eres capaz"
-Si, si, si, vaya rápido shisho...-Hablo poniendo los ojos en blanco.-Bien Natsuki-chan~ Shisho me dijo que eres estudiante de una universidad en Tokio, como te va por ahi?
-Uhm bien...-Respondi extrañada por su trato tan familiar hacia mi persona
-Vamos no seas tímida cuéntame más, estamos en confianza-dijo mientras se sentaba a mi lado y me pasaba un brazo suyo por sobre mi hombro y me acercaba mas a ella, ay dios.
-E-Eh... Y-yo... Pues no se.-Respondí al final.
-Te siento algo tensa.-dijo mientras me daba pequeños masajes en el cuello, lo cual me puso más nerviosa e hizo que me levantara.-Jajaja ya, ya, solo te molestaba un poco tranquila-dijo mientras se carcajeaba.
-...
-Yeeeeh... Bueno, creo que debo presentarme mejor, no?-Dijo mientras se tranquilizaba-Puedes llamarme Midori, he venido hace poco de China, tengo 26 años y en estos momentos estoy en periodos de prueba aquí en Japón.
-Periodos de prueba?-Aquello me dió curiosidad.
-Sip, veras, en China yo trabajaba para una de las mejores industrias farmacológicas, conoces Bimshou Farmacos?-Asentí y ella continuo-Bueno he estado desarrollando ahi junto con un equipo científico por más de 6 años una cura para detener el avance del cáncer ya sabes, hemos hecho muchos avances, pero avances lentos. En una de tantas conferencias internacionales conocí a tu madre, me hablo de que ellos estaban desarrollando unas formulas que podría servir de alguna forma a nuestro equipo, por ello volví aquí a Japón, gracias a tu madre he conseguido avanzar un poco más...
-Wow, eso es genial.-Dije sonriéndole, ya no me caía tan mal al escuchar su noble causa-Espero que puedas conseguir esa cura.-En verdad lo esperaba, había muchas personas en el mundo que morían a causa de aquel mal.
-Yo también, bien~ Pude ser algo grosera contigo hace unos momentos atrás, así que discúlpame, suelen decirme que soy muy descarada aveces, jeje... En fin, dime algo, te he estado observando y viéndote mejor me hace preguntar si tu salud esta bien?-Preguntó con una cara seria.-Si no quieres hablar lo entenderé, pero al verte detenidamente pude notar que tienes una falta anormal en tu sistema, me aventuraría a equivocarme, pero creo que es a causa de alguna secuela de alguna vieja enfermedad...
-Pues... Tienes bueno ojo.-Dije asombrada por su deducción, como siempre la gente alrededor de mi madre siempre muy inteligente.- todos los dias cuando despierto tomo una vitamina que me ayuda y si gran parte de como soy, son por secuelas de una vieja intervención médica de mi niñez.
-Lo sabia, que fue? Neumonía? Anemia? Gripe blanca?-Se aventuro a preguntar. Que curiosa...
-Ehhh no...-Que extraño, tendré que contar la misma historia dos veces en un día.-Mi madre no le hablo acerca de mi?
-Uhm, pues no más de que eras inteligente y una gran hija de la que se sentía orgullosa, bla bla...-Rei ante aquello, mi madre no era muy expresiva pero cuando algo o alguien le agradaba siempre lo decía con animos.
Ante aquello volví a contarle sobre lo que me paso en mi niñez y acerca de lo que me causo aquello, las secuelas visibles y que no tenía una forma de sacar aquello de mi sistema hasta ahora.
-Entonces ese olor tuyo no es por ningún perfume? vaya que interesante, en verdad...-Dijo mientras se levantaba y se dirigia a un rincón y tomaba su bolsa.-Según entiendo como vas, ese veneno en tu sistema consume algunas de las proteinas que necesita tu cuerpo... uhm dime Natsuki, Has olvidado algunas cosas? o mejor aún alguna vez has sentido atracción sexual por alguien?-Ante aquello me sonroje toda.
-E-eh?! Por que pregunta eso!?
-Jajaja no pongas esa cara, lo digo por una razón válida, sigues siendo virgen?-Volvi a sonrojarme más.-Vamos~ responde~ No se lo diré a tus padres, así que tranquila jaja-si claro, como si contárselo a una extraña ya no fuese extraño.
-N-No, ya no soy virgen...-Respóndi sonrojada
-Bien y que sentiste? Pudiste en algún momento exitarte o desear a tu pareja?-Volvió a preguntar
-Pues... no lo sé, supongo que si, aunque no entiendo bien a lo que quieres referirt...-
-Bueno, no me sorprendería que por culpa de aquel veneno en tu sistema tu no hayas podido sentir atracción por nadie y hasta me aventuraría a suponer que nunca te has masturbado siquiera, o si?
-Q-Que!? pues claro que no!-Respondí escandalizada y sonrojada.
-Hay esta el punto, lamento decirte esto pero según a como lo veo y asumo con temor a equivocarme, tu no puedes sentir atracción por nadie, ni aunque quisieras no podrías, Natsuki-chan...-Respondió seria
-Eso debe ser una broma, ya no soy virgen, ya tuve un novio...
-Lo llegaste a querer de manera romántica en algún momento?
-Lo qui-quise mucho como un... -Y ahí entendí, si, lo quise pero el cariño que le tenia no era para nada romántico... Masashi era alguien al que simplemente apreciaba mucho como un amigo.
En aquel momento, volví a sentarme, con la cara más pálida, lo que dijo Midori explicaría el por que no sentía nada mas que amistad por los demás chicos, el por que no podía verlos con ese hambre sexual que veía en la cara de las otras chicas... Ahora lo entendía y aquello me golpeo como un balde de agua fría.
-Discúlpame por esto Natsuki... creo que no debí decirte todo esto...-dijo lamentandolo- Cada vez que me pongo a analizar algo no puedo parar hasta llegar a un resultado, siempre he sido así, asumo cosas... No tomes tan enserio lo que dije, podría estar equivocada...
-No.-La calle.-Has acertado, no se como, pero lo has hecho, tienes razón en todo... No te has equivocado, lo que me has dicho acabaría explicando todo lo que de alguna forma se me hacia obvio, el no poder querer tener un amante, el no andar detras de algun chico, el no enamorarme de nadie en todo este tiempo...
-Uwawa...-Dijo mientras se ponía nerviosa- mira... aqui tengo algo que podría ayudarte, dijo mientras sacaba un frasco pequeño.-Esto que ves aquí lo cree para salvar una especie casi extinta, conoces a los Osos negros de Ching Sing?-Asentí ante ella-Este frasco contiene un suero que fomenta la salud y la sexualidad, no me mires así, hablo en serio, esa especie estaba por caer extinta tenia que hacer algo ya que el ultimo macho de su especie era uno con una condición ffísicapésima, y por no decir que la hembra a la que tenia que preñar era el doble más grande que él y aquello complicaba todo más, como ultimo recurso yo había creado este suero, el cual hacia que el macho se desarrollase un poco más, que su salud física mejorase un 100% y que su desarrollo sexual fuese tan voraz que lograse crear una gran cantidad de camada de oseznos.-Dijo mientras observaba el frasco-Esto podría hacer que lo que quede del veneno tuyo disminuya hasta cierto punto, logrando aminorar su efecto en tu sistema, con ello tu cuerpo podría absorber más nutrientes y así según mi calculo todo tu cuerpo recuperaría su estado saludable y tal vez puedas llegar a tener una vida amorosa "normal".-Hablo mientras miraba hacia la cocina y observaba que mi mamá seguía muy metida en una platica con el tal Makunouchi Sasori.
-En verdad me ayudaría este suero tuyo? Lo has probado siquiera con humanos, eso parece peligroso...-Pregunte un tanto asustada.
-Si, es por ello que estoy nerviosa, no la he probado con mujeres...-Dijo mientras se agarraba del cabello y suspiraba.-Si tu madre sabe que te estoy ofreciendo esto me mandara a la China... Literalmente hablando...
-Eh? Quieres decir que ya lo has probado con hombres?!-Pregunte al notar lo que decía.
-Si, con un amigo y unos otros, pagaron bien para que se los vendiera, con los hombres funciono bastante bien, lograron conseguir que... Ya sabes, que "aquello" funcionase mejor y ni hablar de su salud física.
-Si este suero que dices es tan efectivo, por que ya no la has producido en masa?-Pregunte extrañada, ya que muchos hombres estarían dispuestos a comprar dicha medicina tan milagrosa.
-Ves esto Natsuki?-Dijo mientras me lo daba para que lo viera, el frasco no era muy grande de unos 250 cc seguramente, lo observe y vi el liquido blanquecino.
-Si, que tiene?-pregunte extrañada
-Ese pequeño frasco cuesta 150.000$ billetes americanos.-Al escuchar aquello mis ojos casi salen desorbitados, era endemoniadamente carísimo.-Si, se que asombra su valor, pero lo vale, ya que los ingredientes que utilice para prepararlos son únicos y dificilisimos de conseguir, esa botella que tienes es lo último que me queda de esa producción. No me molestaría regalártelo, pero primero necesitamos hacerte más pruebas, no quisiera estar equivocada en algo... Ya sabes, una nunca sabe que efectos secundarios podría tener esto en una mujer.
-Por qué me lo darías? Es algo muy valioso Midori, no podría aceptarlo...-Quise devolverlo.
-No lo hago solo por tí, tambien es para agradecer la ayuda de tu madre, ella ha hecho bastante con su apoyo en mi investigación, le debo mucho a shisho.-Dijo mientras acariciaba mi cabello.-Guardalo y no le cuentes nada a tu madre, hagamos de esto una sorpresa para ella.
-Bien...-No estaba muy convencida pero igual lo guarde, lo puse en el bolsillo de mi maleta donde se encontraban otras de mis vitaminas.-Acomode mi anteojo y vi que mi madre se acercaba de vuelta con nosotras.
-Lo siento por la tardanza, era Makunouchi-san, un importante auspiciante de uno de nuestros proyectos, no podía no contestarle, bien. Natsuki ve a llevar tu maleta a tu cuarto, en una rato regresa tu padre. Y tu Midori, prepara la mesa para servir la cena, yo iré un rato a mi despacho para solucionar algo, en un rato más vuelvo , si?-Dijo mientras me daba un beso en la frente y me decía que me habia extrañado, luego se dirigió rauda hacia su despacho. Al parecer era algo urgente lo que ese auspiciante tuvo que hablar con mi madre para que este asi, ya que la habia notado algo tensa después de la llamada.
Fui a mi antigua habitación a dejar mi maleta, observe que todo seguía igual a como lo deje, de seguro mi padre entra cada tanto a limpiar. Observo mis libros, mi computadora, mis osos phelpas, mis figuras de acción de Madoka y mis posters de perritos siberianos, siempre me encantaron los cachorros, nunca supe por que no le pedí a mis padres que adoptaramos a una mascota.
Suspiro, hoy ha sido realmente ajetreado, me estiro y me siento en mi cama, mientras pienso en todo lo que ha pasado hoy mi mirada se encuentra con una fotografía, una en la que estoy con mis amigas Nina y Nao en nuestra graduación, sonrio, me levanto y lo tomo entre mis brazos, ellas fueron mis primeras verdaderas amigas, ellas no vieron en mi a la persona desgarbada, palida y fea, sino que vieron en mi a una persona normal.
Giro el rostro y ahi encuentro otra fotografía enmarcada, pero en esta estoy acompañada de una chica muy hermosa, cuyo rostro y sonrisa parece la de un angel, que comparado con el mío que estaba con una sonrisa nerviosa, dejaba mucho que desear.
-Fujino-san... -Digo mientras se me aprieta el corazón, volteo y mejor empiezo a deshacer mi maleta, ya que estaré tres días aquí al menos tengo que poner algo de orden.
Coloco mi ropa en cada sitio, saco mi cepillo de dientes, pongo a cargar mi teléfono, mis vitaminas las pongo en el buro a lado de mi cama junto con el frasco que me dió Midori. Lo observo, en verdad ese suero ayudaría a recuperar mi salud que ya daba por perdida? Lo dudaba en verdad, mi madre había estado buscando algo que pudiera renovar la vitalidad de mi cuerpo desde que paso aquello, pero todo había fallado, el veneno dentro mio neutralizaba todo aquello, aunque no llegaba a matarme, hacia que mi cuerpo se debilitara.
Según recuerdo desde que era niña siempre había sido pequeña, solo hasta cuando mi madre logro crear unas sueros que según ella eran vitaminas que me harían bien, comencé a crecer en altura. Supongo que es algo ya que seria en verdad malo ser enana, pálida y fea. Me rio de mis ideas, escucho mi teléfono sonar, era Youko la que me enviaba un mensaje.
-""Hey, chica. Te escapaste sin decir nada, malvada. Saludos a tu familia, espero lo pasen bien. Bien, bien, sabes? Ahora mismo esta Yukino junto con su prometida en el local de Mai y no sabes, esta hermosaaa! Creo que hasta yo me volveré bollera si alguien como esa mamacita me coqueteara! Y no te imaginas, también trajo a sus dos amigas, y ambas estan bien buenas, más la que va a ser su madrina de bodas! Maldición, debí insistir más en ser yo la que fuera la madrina! Tienes tanta suerte, tendrás a esa belleza reuniéndose contigo a cada rato para hablar sobre "los temas de la boda" Le estuvimos hablando de ti y ella se mostró muy interesada, dice que ya quiere reunirse contigo! Que maldita suerte la tuya!""
Me reí, Youko era demasiado dramática y seguramente ya debe de estar muy ebria. Escuche que alguien había llegado a la casa, seguramente era mi padre, antes de bajar le envie un mensaje a Youko preguntando por más detalles y la razón de que la reunión se hubiese adelantado, ya que era recién para este viernes, según lo planeado. Deje el teléfono cargando nuevamente y baje a saludar a mi padre, lo encontré hablando con Midori, cuando notó mi presencia sus ojos se pusieron acuosos.
-Ay mi bebeeee!-Dijo mientras me abrazaba fuerte-Sabia que no dejarías que papi pasara el dia de su cumpleaños sin el tesorito de su vida!-Me hizo girar en sus brazos yo solo me reí, mi padre no cambiaba nunca.
-Papá tranquilo, ya sabes que no puedes hacer mucho esfuerzo.-Dije mientras lo abrazaba también.
-Estaré viejo pero aún puedo cargar a mi princesa en mis brazos, jum-Dijo mientras se quedaba quieto y se daba golpecitos en la espalda, seguramente adolorida por el dolor-Me alegra que hayas podido venir, tu madre me había asustado diciendo de que quizás este año no podrías venir a casa, ay tu papi se sintió triste Natsuki-chan.-Dijo mientras me daba otro abrazo pero mas cuidadoso.
-Papá, nunca faltaría a un cumpleaños tuyo y de mi madre, bueno, te he traído un regalo, pero te lo daré mañana recién señor cumpleañero.-Dije mientras veia la cara feliz de mi padre.
-Hey, que son unas horas más unas horas menos, ya quiero ver mi regalo, donde esta?- Dijo mirando al rededor.
-No, no, mañana papá.
-Hijaaa, no tortures así a papi...-
-Ya, Yamada, no le insistas mucho a nuestra hija, que recién llega y debe de estar cansada por el viaje.-Dijo mi madre mientras salia de su despacho.
-De acuerdo, cariño...-Dijo con una sonrisa
-Midori, es raro verte tan callada...-Dijo mi madre observando a Midori quien estaba comiendo unas palomitas de mais, en silencio observando todo.
-Huh? Es que parecia que estaba viendo la grabación de un dorama, estaba bastante entretenida jajaja-Dijo mientras ocultaba las palomitas y nosotros la mirábamos avergonzados.-Bien la mesa ya esta lista, vamos a cenar?
-S-Si...Tengo hambre.-Dije mientras nos sentamos.
En toda la cena mi padre anduvo preguntándome sobre como me iba en la universidad y por mis amigas, como siempre tratando de evitar el preguntarme sobre posibles yernos. Mi madre y Midori me contaron mas sobre sus investigaciones, los avances que tenían previstos para el año, la cena transcurrió entre relatos alegres y anécdotas vergonzosas que mi padre le contaba a Midori sobre mi niñez.
-Bueno ya son las 22:00 hs. ya es muy tarde para andar charlando, dijo mi madre mientras lavaba los platos y Midori la ayudaba a secar los platos.-Vamos a dormir, ya que mañana tendremos que prepararnos temprano para lo que va a ser la fiesta de tu padre.
-Si...-dije mientras bostezaba y restregaba mis ojos por entre mis anteojos, estaba ya muy cansada pero muy feliz por estar con mi familia.
-Shisho, yo saldré un rato, vuelvo más tarde-dijo Midori mientras agarraba una chamarra de cuero y tomaba unas llaves.- Buenas noches Señor Yamada y pequeña Natsuki.
-De acuerdo, cuídate nos vemos en la mañana para el desayuno-Respondió mi madre y Midori salio.
-Midori duerme aquí?-Pregunte extrañada.
-Si, ella vino de China y yo le ofrecí quedarse aqui en nuestra casa, es una buena chica, solo que algo extrovertida.-Dijo mi madre
-Así es, cada fin de semana ella sale por la noche, creo que va de fiesta, pero hoy salio en entre semanas muy a menudo, tendra por ahi a algun bobo enamorado.-Dijo mi padre mientras se dirigía a las escaleras.-Oh la juventud.
-Ya, ya, vamos andando.-Dijo mi madre mientras empujaba escaleras arriba a mi padre.-Buenas noches cielo-dijo mientras me miraba.-Nos alegra que hayas podido venir.
-A mi también me alegra mucho el haber venido, ya los extrañaba.-Dije mientras me dirigía a mi cuarto a descansar-Buenas noches.
Me quite mi ropa y me coloque mi piyama, fui a lavarme los dientes, me acosté y me quite los anteojos. Estaba realmente muy cansada, tanto que hasta olvide revisar mi teléfono celular, el cual ya había tenido un nuevo mensaje de Youko en el.
A la mañana siguiente había despertado exaltada y sudorosa, había tenido una pesadilla de un monstruo con ojos rojos que me perseguía, el sueño era algo borroso pero el susto persistió por unos momentos, observe el lugar, todo esta oscuro, seguramente era aun de madrugada, toque el lugar buscando mis anteojos, lo encontre y me los puse, observe la hora de mi viejo despertador el cual marcaba las 4:56 am. Suspire, era aún muy temprano. Aún aturdida por el sueño me dije que no podría volver a dormir y a oscuras tome uno de los frascos de vitaminas que solía tomar a la mañana como rutina, lo tome de un solo trago, y extrañamente me sabia algo raro, me pregunte por que seria eso, en ello recuerdo que junto con mis vitaminas se encontraba aquel suero que Midori me habia dado, me levante rápido y prendí las luces de mi cuarto y si, tome el suero que me dió Midori, casi grite, ella me había dicho que aun no lo debía tomar, que primero necesitaba hacerme pruebas...
Salí de mi cuarto, preguntándome cual sería la habitación de Midori, en ello escucho la puerta de casa abriéndose y una Midori silbando entraba, espera... Ella acaba de llegar!?
-Midori!?-Grite exaltandola
-Wah!, no me asustes así Natsuki-chan!-Grito sosteniendo su pecho.
-Midori...-Dije con los ojos acuosos.-Lo tome... Accidentalmente me lo tome...
-Tomaste? Que tomaste?-Preguntó extrañada no entendiendo nada.-Ademas que haces despierta tan tarde?
-Es temprano ya, y... Lo que tome... Fue el suero que me diste...
-Suero...?-Preguntó extrañada.-Hablas del suero que te di ayer?-Inquirió totalmente pálida.
-Ese mismo...
-Oh... mierda.
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