A habido momentos en los que he considerado no volver a clases, ¿saben? Momentos en los que solo pensaba en quedarme en cama y fingir que no existe este mundo, al principio intente hacerlo no lo niego, fingía que estaba enferma por un resfriado, falte dos días a clases y planeaba seguir fingiendo, mi madre tenia que ir a trabajar y mi padre quién se quedaba en casa era tan bueno que aún sabiendo que fingía me permitía quedarme en casa.
Al tercer día, me desperté porque sentía que alguien me miraba, me removí en mi cama, gruñendo y estirandome, tome mis anteojos que estaban en la mesita a lado de mi cama, me los puse y cual fué mi sorpresa? uhum Fujino-san estaba sentada frente mio observando con una mirada severa.
Grite, grite muy fuerte, que hasta los vecinos debieron de escucharme. Me levante totalmente e intentando tranquilizarme, la volví a observar y corrobore que ella en verdad estaba alli y que no se trataba de una pesadilla. Mi padre corrió hacia mi cuarto y entro como loco en mi habitación, junto con una sartén en su mano apuntando a todos lados, menos a Fujino-san quien era la que me había generado tremendo susto.
Me había preguntado que había pasado y como yo no respondía, Fujino-san fue la que tranquilizo a mi buen padre, le dijo que todo estaba bien y que solo había tenido una pesadilla, mi padre aliviado con aquella explicación de mi "amiguita"volvió hacia la cocina, seguramente para preparar el desayuno. Entonces, Fujino-san se acerco a mi colocando su mano en mi frente y segundos despues de eso se alejo bruscamente de mi lado, con una voz enojada me ordeno que me alistara para ir a la escuela, que ella me llevaría y que si me atrevía a fingir que estaba enferma otra vez, que ella misma volvería a mi casa para llevarme a rastras hasta la escuela. Yo solo asentía a lo que me decía, por dios, esta chica era el demonio, y yo no podía escapar de ella ni aunque quisiera.
De eso ya ha pasado mucho tiempo, ahora ya me he acostumbrado a todo, desde esos 13 años hasta ahora a mis 15 los cambios que ha efectuado mi cuerpo puberto no ha sido del más esperanzador, ahora seguía siendo flaca, paliducha pero sumamente alta, media 1.71 cm y pesaba apenas 55Kg. Sigo usando unos anteojos de pasta gruesa. Y aún continúan llamandome Babayaga, pero con menos frecuencia y nunca en frente de Fujino-san.
En cambio Fujino-san a sus 15 años creció más hermosa, con un cuerpo de diosa, su altura era por más extraño aun mayor que la mia, media 1.72 cm, su cabello ondulado, perfectamente peinado, su piel nívea y esos ojos... Esos ojos habían cautivado a mas de la mitad en la escuela, los chicos llovían con sus propuestas, y de alguna manera las chicas caían también en su embrujo.
Jhe, si ellos supieran... si supieran que esa chica tan hermosa, a la que adoran tanto, por la que suspiran tanto... Que esa chica, esa era en realidad un demonio egoísta, narcisista, disfrazada de perfección. Si supieran...
Menos mal que este es mi ultimo año, el año que viene estoy planeando dejar esta escuela y seguir otro rumbo lejos de ella y de todos. Faltan 3 meses para que termine este semestre y por lo tanto al fin acabara esta tortura. 3 meses para poder comenzar de nuevo, en una nueva escuela, conseguir por fin tener amistad con alguien y quien sabe, tal vez conseguir por fin mi primer amor, mi primer novio.
-¿Dónde tienes la cabeza, campesina? llevo llamándote unas cinco veces, acaso no escuchas?-Oh Fujino-san, princesa demonio.
-P-Perdona, estaba... pensando..-Respondí mientras sujetaba mejor mi maletín y su maletín escolar, el cual siempre cargaba por ella.-¿Qué me decías?- ambas estábamos caminando de regreso a casa, siempre lo hacíamos al salir de la escuela, vivíamos en la misma dirección.
-Pon más atención cuando te hablo, te decía que el año escolar esta por terminar, se acercan los exámenes finales, espero que hayas estudiado-Respondió con otra mirada severa y un tanto preocupada, aquello me pareció raro, ya que ella sabia que yo siempre sacaba buenas calificaciones, casi tan perfectas como las suyas, a que venia el mencionar eso?
-E-Eh... si perdón...
-Estudia mucho y no te atrevas a reprobar alguna materia-Fujino-san me regaño, no entendía el por que, asi que solo asentía con la cabeza-Recuerda que para entrar al Instituto Superior M necesitas tener al menos un promedio bueno.-¡¿Que?! a que se refiere con... oh, y ahí me quede helada, ya que comprendí lo que estaba pasando, Fujino-san había estado mencionando mucho esta semana que ella planeaba ir a ese Instituto al terminar el año... Y ella, ella... Quería que yo fuera con ella a ese lugar! No, no, no, no, esto no puede ser!
-U-Uhm...Y-Yo.. no...-No pude continuar con mi negación, Fujino-san me estaba mirando muy raro y con una expresión un tanto preocupada, como si no quisiera aceptar una negativa como respuesta, en eso recordé todos los momentos que ella me a obligado a hacer sus ordenes, a hacer sus mandados, soportando sus deseos, cuando no podía hacer nada que ella previamente no hubiese aprobado... No, yo no planeaba volver a pasar por eso otro año mas, no podría, yo necesitaba huir de ella y de todos los que me conocían, ir a un lugar nuevo, una escuela nueva, donde podría comenzar de nuevo y ser libre, libre de ella... Pero sentía pánico, que me dirá Fujino-san si me niego a ir con ella? El solo pensar en ella enojada, me entro un sudor frió, no, no puedo decirle que no iré con ella, algo malo pasará, lo sé.-Cla-claro Fujino-san, daré lo mejor de mi para sacar las mejores notas...-Lo dije, con una sonrisa forzada y con la mirada apuntando hacia otro lado, no quería que ella descubriera que le estaba mintiendo, nunca supe mentir bien menos a ella.
-Eso espero... Natsuki- El escucharla llamarme por mi nombre me asombro, ella por lo general me llamaba campesina, eran muy raras las ocasiones donde me llamaba por mi nombre. Dirigí mi mirada hacia su dirección y lo que vi me dejó anonadada, Fujino-san me estaba sonriendo... Y sus ojos, sus ojos tenían un brillo hermoso, parecía que en verdad estaba feliz... Todo eso hizo que mi corazón empezara a latir mas aprisa y que mi estómago sufriera de una extraña sensación indescriptible-Porque si me fallas, te juró que lo pagarás muy caro.
Ploof! Y ahí, todo se congeló en mi, quedé pálida y gris. No, yo tengo que alejarme de ella, tengo que alejarme de este demonio con cara de ángel...
jaja, esto pinta bien, seguiré con la lectura.. gracias.
ResponderEliminar